Elon Musk, presidente ejecutivo de Tesla, reveló que la empresa de vehículos eléctricos está reconsiderando sus planes para instalar una fábrica en México. Esta indecisión se basa en una evaluación de las perspectivas económicas globales y el impacto negativo de las altas tasas de interés que actualmente afectan el mercado.
Tesla enfrentó desafíos financieros en el tercer trimestre, incumpliendo las expectativas de Wall Street en cuanto a margen bruto de ganancias, beneficios e ingresos. Como resultado, Musk expresó su preocupación por la economía global y su efecto en las decisiones de compra de los consumidores. En una conferencia telefónica con analistas, Musk destacó la dificultad que enfrentan las personas para comprar un automóvil cuando las tasas de interés son elevadas. Según él, estas altas tasas hacen que sea prácticamente imposible para muchas personas permitirse un vehículo, lo que podría afectar negativamente las ventas de Tesla.
El empresario enfatizó la importancia de comprender la dirección hacia la que se dirige la economía global antes de proceder con la construcción de una planta en el norte de México. Indicó que las altas tasas de interés crean obstáculos significativos para los consumidores que desean adquirir un automóvil, lo que podría tener un impacto directo en las operaciones de Tesla en el país.
El anuncio de Musk pone de manifiesto la sensibilidad de las empresas a las condiciones económicas y financieras, y cómo estas condiciones pueden influir en decisiones de inversión a gran escala. La incertidumbre económica, exacerbada por las altas tasas de interés, ha llevado a Tesla a reevaluar su expansión en México y puede tener repercusiones en el mercado automotriz y en la economía del país en su conjunto.