En el icónico filme «American Psycho», el talentoso actor Willem Dafoe añadió capas de misterio a su interpretación mediante una técnica única durante la grabación de una escena crucial. La escena del interrogatorio, en la que Dafoe interactúa con el protagonista Patrick Bateman, interpretado por Christian Bale, fue filmada tres veces, cada una con una perspectiva diferente.
En la primera toma, Dafoe actuó como si su personaje estuviera completamente ajeno a la identidad del asesino, Patrick. En la segunda, dejó entrever sospechas, insinuando que podría tener ciertas dudas sobre la inocencia de Bateman. Finalmente, en la tercera toma, Dafoe interpretó su papel con la certeza de que Patrick era el asesino.
La magia cinematográfica ocurrió durante la etapa de edición, donde estas tres tomas fueron hábilmente combinadas para crear una narrativa ambigua. El objetivo era confundir al espectador, sumergiéndolo en la incertidumbre sobre si el personaje de Dafoe estaba al tanto de la verdad o simplemente especulaba.
Esta técnica arriesgada pero impactante agregó una capa adicional de suspenso a una película ya de por sí llena de giros y sorpresas. La habilidad actoral de Willem Dafoe se destaca, demostrando una vez más su maestría en la creación de personajes complejos y en la construcción de narrativas intrigantes.
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