El reciente Festival «Sekáti Newárame», celebrado como parte de las actividades por el Día Internacional de los Pueblos Indígenas en la ciudad de Chihuahua, ha sido aplaudido por su aparente contribución económica a las familias indígenas participantes. Sin embargo, algunas voces críticas cuestionan la verdadera magnitud de esta «derrama económica» y plantean interrogantes sobre si realmente beneficia a las comunidades de manera significativa.
En medio de la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el Gobierno del Estado en colaboración con las comunidades indígenas locales llevó a cabo la quinta edición del Festival «Sekáti Newárame» en la Plaza Mayor de Chihuahua el pasado fin de semana. Según las cifras oficiales, el evento supuestamente generó una «derrama económica» de más de 300 mil pesos para las artesanas y cocineras participantes.
El festival contó con 128 stands que ofrecían una variedad de artesanías, alimentos tradicionales y plantas medicinales. Los productos iban desde muñecas hasta utensilios de madera, y los visitantes podían adquirirlos en los módulos de exhibición. Además, durante la clausura se llevó a cabo un programa artístico que incluyó presentaciones de grupos como Los Primos del Ranchito y Rayito de la Sierra.
La Secretaría de Pueblos y Comunidades Indígenas (SPyCI), en colaboración con las autoridades tradicionales y artesanos de las comunidades indígenas urbanas de la capital, fue la encargada de organizar el evento. Sin embargo, hay voces críticas que argumentan que la magnitud de la supuesta «derrama económica» no se traduce en un impacto real para las familias indígenas.
Mientras algunos elogian el evento por proporcionar una plataforma para que las comunidades indígenas muestren su arte y cultura, otros plantean que la cifra de 300 mil pesos puede no ser tan significativa en comparación con los costos de producción y los gastos involucrados en la participación en el festival.
Algunos críticos han expresado su preocupación por la superficialidad de la «derrama económica» y cuestionan si el festival realmente está mejorando la calidad de vida de las familias indígenas o si solo se trata de una fachada para apaciguar a la opinión pública.
A pesar de las opiniones encontradas, el Festival «Sekáti Newárame» sigue siendo un tema de debate en la comunidad. Mientras algunos ven en él una oportunidad para fomentar la cultura y la economía de las familias indígenas, otros sostienen que se necesita una evaluación más profunda para determinar si realmente está teniendo un impacto positivo y sostenible en las comunidades involucradas.