En un comunicado emitido este 1 de agosto, Fitch Ratings anunció una reducción en la calificación crediticia a largo plazo en divisa extranjera de los Estados Unidos de América, bajándola de la máxima categoría ‘AAA’ a ‘AA+’. La decisión se basa en el creciente endeudamiento del país, que ha superado los 31.4 billones de dólares, y los problemas fiscales y de gobernanza que se esperan en los próximos tres años.
La rebaja implica que la perspectiva negativa anterior ha sido eliminada y ahora se considera «estable», lo que sugiere que Estados Unidos podría mantenerse en la categoría ‘AA+’ a largo plazo si se adoptan medidas adecuadas.
Fitch Ratings explicó que la degradación de la calificación refleja el deterioro fiscal proyectado para los próximos años, así como la «erosión de la gobernanza». En particular, se señaló que el país ha enfrentado repetidos impasses y conflictos políticos, en los que el Congreso no ha logrado acordar el aumento del límite de deuda. Esto ha llevado a situaciones de «resoluciones de último minuto» para evitar un default que paralizaría el funcionamiento del gobierno encabezado por Joe Biden.
Ante la noticia de la rebaja, Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, respondió de manera contundente calificando la acción de Fitch Ratings como «arbitraria» y basada en datos obsoletos.
La rebaja de la calificación ha generado un fuerte revuelo entre economistas y observadores de la economía de Estados Unidos en redes sociales. Existe preocupación por las posibles consecuencias financieras que esto pueda acarrear, ya que el país ha gozado durante mucho tiempo de la máxima calificación crediticia, lo que ha reflejado su poderío financiero y económico a nivel global. Sin embargo, la rebaja sugiere que este liderazgo podría estar en riesgo, especialmente con el surgimiento de otras potencias, en particular China.
La economista mexicana Gaby Siller reaccionó ante la noticia y mencionó que la respuesta de Janet Yellen fue sorpresiva. Además, planteó que la baja de calificación podría tener implicaciones en las elecciones presidenciales del 2024, afectando la candidatura de Joe Biden en su búsqueda de la reelección.
Esta rebaja de la calificación crediticia es un acontecimiento importante que puede tener repercusiones en la economía global y que será seguido de cerca por analistas y expertos financieros en los próximos meses.