En una llamada telefónica realizada el pasado miércoles por la noche, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, instó a su homólogo sirio, Bashar al-Assad, a que todos los países islámicos se unieran en contra de Israel en solidaridad con Hamás. Este llamado ha generado una creciente preocupación a nivel internacional, en medio del recrudecimiento del conflicto entre el gobierno israelí y Hamás.
El presidente Raisi hizo un llamado urgente para que «todos los países islámicos y árabes, así como todas las personas libres del mundo, alcancen una convergencia y cooperación seria para detener los crímenes del régimen sionista contra la nación palestina oprimida». Esta declaración se produce después de un fin de semana marcado por el lanzamiento de más de dos mil cohetes hacia territorio israelí y una serie de secuestros y asesinatos durante un festival de música, lo que ha llevado a un aumento significativo en la tensión en la región.
Los ataques perpetrados por Hamás han resultado en la muerte de al menos 1,200 personas y la captura de 150 rehenes, todo ello en medio de una lluvia incesante de cohetes que ha paralizado a comunidades enteras en Israel. En respuesta a esta escalada de violencia, el presidente Raisi afirmó que Irán se coordinará con otros países islámicos «lo antes posible» para frenar lo que él describió como «genocidio de los palestinos por parte de los sionistas». Estas declaraciones fueron publicadas en el sitio web oficial de la presidencia iraní el jueves pasado.
Irán, un firme partidario de Hamás, celebró el ataque contra territorio israelí, aunque negó cualquier participación directa en los hechos. Además de instar a la unión contra Israel, el presidente Raisi también criticó enérgicamente a los países árabes que han normalizado recientemente sus relaciones con Israel o que están en negociaciones para hacerlo.
La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, mientras crece la preocupación por la escalada del conflicto en la región. La situación continúa siendo fluida y se espera una respuesta de otros líderes y países afectados por estas declaraciones del presidente iraní.