El exaspirante a la candidatura presidencial de Morena, Marcelo Ebrard, ha llevado su lucha por la justicia interna dentro del partido a un nuevo nivel al acudir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Ebrard, quien presentó una queja el pasado 10 de septiembre, argumenta que sus derechos político-electorales están siendo vulnerados debido a la falta de respuesta por parte de la Comisión de Honor y Justicia de Morena.
Ebrard Casaubón, un político de renombre en México, ha alegado que es crucial que los magistrados del TEPJF intervengan y soliciten a Morena que revise su impugnación y que se realice nuevamente la encuesta que desencadenó este conflicto interno.
En un comunicado emitido tras su visita al Tribunal, Ebrard expresó: «La demanda pide al Tribunal que ordene a la Comisión admitir la demanda de nulidad y proceder a la reposición del proceso interno de Morena para la elección de la Coordinación de la Defensa de la Transformación».
El corazón de la disputa se centra en el hecho de que Ebrard alega que Morena ha violado sus derechos político-electorales al no responder dentro de los plazos establecidos por la Sala Superior. Hace referencia a una resolución de 2001 en la que la misma Sala Superior ordenó a Morena responder en un máximo de cinco días a las quejas presentadas por sus militantes.
Dentro de su impugnación ante el comité partidista, Ebrard incluyó una queja específica relacionada con la Comisión de la Encuesta, acusando que esta comisión buscó favorecer a Claudia Sheinbaum, así como cuestionando la labor realizada por la Secretaría del Bienestar y otros funcionarios públicos en apoyo a la exjefa de Gobierno.
Esta batalla interna dentro de Morena ha llamado la atención de la opinión pública, y la intervención del TEPJF añade un nuevo capítulo a la saga. Mientras tanto, el partido deberá enfrentar el desafío de responder a las acusaciones de Ebrard y abordar las cuestiones de justicia interna y transparencia que este episodio ha suscitado.