En un esfuerzo por mantener el orden y la seguridad en el Centro de Reinserción Social (Cereso) No. 3 de Ciudad Juárez, las autoridades penitenciarias llevaron a cabo un operativo destinado al decomiso de armas, drogas y artículos prohibidos. La Dirección del Sistema Penitenciario informó que esta acción se realizó con el objetivo de prevenir situaciones de riesgo y mantener la integridad tanto de los internos como del personal penitenciario.
La operación, que se llevó a cabo en colaboración con fuerzas de seguridad locales y estatales, involucró una revisión exhaustiva de las instalaciones del Cereso No. 3. Durante el operativo, se inspeccionaron celdas, patios y áreas comunes en busca de elementos ilícitos que pudieran poner en peligro la seguridad del centro penitenciario.
Entre los elementos buscados se encontraban armas de fuego, drogas y artículos prohibidos, como dispositivos de comunicación móvil y objetos que podrían ser utilizados para actividades ilícitas dentro del recinto. La operación se realizó con estricto respeto a los derechos humanos de los reclusos, siguiendo los protocolos establecidos para este tipo de situaciones.
Como resultado del operativo, se logró el decomiso de un número no especificado de armas blancas, pequeñas cantidades de sustancias ilícitas presumiblemente drogas, así como diversos artículos prohibidos. Estos hallazgos resaltan la importancia de llevar a cabo operativos regulares en los centros penitenciarios para mantener el control y la seguridad en un entorno que a menudo es propenso a tensiones y conflictos.
En el marco de esta operación de seguridad, la Dirección del Cereso No. 3 informó que se tomaron medidas preventivas adicionales, entre las que destaca la suspensión temporal de las visitas a los reclusos. Esta decisión busca evitar la entrada de objetos no permitidos durante las visitas y contribuir así a la prevención de situaciones problemáticas dentro del centro penitenciario.
Las autoridades penitenciarias reafirmaron su compromiso de trabajar en pro de la seguridad y la rehabilitación de los internos, así como en la prevención de actividades delictivas al interior de los centros de reclusión. Operativos como el llevado a cabo en el Cereso No. 3 son parte de una estrategia más amplia para mantener el orden y garantizar un ambiente seguro tanto para los reclusos como para el personal que trabaja en el sistema penitenciario.