En medio de la naturaleza y la serenidad, en Puebla existe un espacio único llamado Bosque Eterno, un cementerio ecológico de 125 mil metros cuadrados que ofrece una alternativa sostenible y emotiva para despedir a los seres queridos.
La propuesta del Bosque Eterno consiste en depositar las cenizas de la persona fallecida en una urna biodegradable. Posteriormente, se realiza una pequeña excavación en la tierra y se planta un árbol encima de la urna. Así, el árbol se convierte en un monumento viviente que honra la memoria del ser querido, ya sea un padre, madre, hermano, hermana o incluso una mascota.
Este proceso no solo representa una manera simbólica y ecológica de recordar a quienes ya partieron, sino que también resulta ser considerablemente más accesible económicamente en comparación con los funerales tradicionales. Al evitar la construcción de mausoleos o panteones, el Bosque Eterno promueve la creación de bosques en lugar de edificaciones, generando espacios de paz y tranquilidad que las familias pueden visitar para mantener viva la memoria de sus seres más cercanos.
Con esta innovadora propuesta, Bosque Eterno invita a transformar el duelo en vida, ofreciendo a las familias mexicanas una alternativa verde, emotiva y accesible para honrar a sus seres amados.
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