En un comunicado reciente, el Departamento de Estado de los Estados Unidos expresó serias dudas sobre la validez de los resultados oficiales de las elecciones presidenciales en Venezuela. Según el Departamento, existen «evidencias significativas de irregularidades» en el proceso electoral, que han llevado a declarar como ganador al candidato oficialista, en contraste con los resultados que favorecen al opositor Edmundo González.
El portavoz del Departamento de Estado subrayó la importancia de respetar la voluntad del pueblo venezolano y pidió una revisión independiente del proceso electoral. La declaración también incluyó una firme condena de cualquier intento de manipulación electoral y reiteró el apoyo de Estados Unidos a la democracia en Venezuela.
Edmundo González, el candidato opositor, se ha proclamado legítimo vencedor y ha llamado a sus seguidores a mantenerse firmes en la defensa de la democracia. «No permitiremos que se robe la voz del pueblo», expresó González en un mensaje transmitido en redes sociales. La situación ha generado una ola de protestas en varias ciudades venezolanas, con ciudadanos exigiendo transparencia y justicia.
El gobierno de Venezuela, por su parte, ha rechazado las acusaciones y ha defendido la integridad del proceso electoral. La comunidad internacional observa de cerca los acontecimientos, con varios países expresando su preocupación por la estabilidad política y social del país.
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