La legisladora del PAN cuestiona la manipulación de menores en las manifestaciones y acusa a MORENA de politizar el problema de los libros de texto.
En un reproche contundente, la Diputada Isela Martínez Díaz del Partido Acción Nacional (PAN) expresó su preocupación por el uso de niños en las protestas promovidas por el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA). Martínez señaló que esta táctica busca influir en la opinión pública acerca de la cuestionable calidad y contenido de los libros de texto distribuidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
El foco de la crítica de Martínez es la aparente instrumentalización de menores en manifestaciones políticas, lo que, según sus palabras, desvirtúa la auténtica preocupación por la educación y manipula la percepción de los padres y madres de familia. La Diputada sostiene que detrás de esta estrategia hay un intento de politizar un problema que debería ser abordado desde la objetividad y la búsqueda de soluciones concretas.
En una rueda de prensa en Chihuahua, la legisladora exhortó a una reflexión genuina sobre las carencias y debilidades en el contenido de los libros de texto de la SEP. Martínez enfatizó que este llamado no obedece a un capricho político, sino a una preocupación auténtica respaldada por expertos que han analizado detalladamente el material educativo en cuestión.
La Diputada también aprovechó para destacar la decisión de la Gobernadora María Eugenia Campos Galván de suspender la distribución de los libros de texto en el estado. Martínez elogió esta medida y la interpretó como una acción que busca proteger a los estudiantes de una educación influenciada por ideologías partidistas. Según sus declaraciones, la gobernadora comprende la importancia de formar a los jóvenes con una educación imparcial, que promueva su desarrollo intelectual y habilidades sin inclinaciones políticas.
En resumen, la Diputada Isela Martínez Díaz ha alzado su voz para denunciar el uso de niños en las manifestaciones de MORENA y ha instado a abordar de manera objetiva y despolitizada la problemática de los libros de texto, destacando la suspensión de la distribución por parte de la Gobernadora Campos Galván como un paso en la dirección correcta hacia una educación de calidad y libre de sesgos
