El pasado 25 de septiembre1981, la emblemática banda de rock Kiss hizo historia al llevar a cabo su primera visita a México, desatando la euforia de miles de fanáticos en la ciudad de Atizapán de Zaragoza, Estado de México. La visita de los legendarios músicos estadounidenses se centró en un evento especial y conmovedor, donde visitaron el Orfanatorio La Asunción, dejando un impacto duradero en los corazones de los asistentes.
El Orfanatorio La Asunción, conocido por brindar cuidado y amor a niños en situación de vulnerabilidad, se convirtió en el escenario de un encuentro inolvidable. Los miembros originales de Kiss, Gene Simmons, Paul Stanley, Ace Frehley y Peter Criss, llegaron al lugar con su inconfundible maquillaje facial y vestimenta extravagante, haciendo que los fanáticos presentes no pudieran contener su emoción y asombro.
La visita comenzó con un recorrido por las instalaciones del orfanato, donde los músicos interactuaron de manera cercana y afectuosa con los niños, compartiendo sonrisas, abrazos y momentos especiales. Los pequeños, muchos de ellos fanáticos de la banda a pesar de su corta edad, se mostraron extasiados ante la presencia de sus ídolos musicales.
Tras el conmovedor encuentro, Kiss ofreció un concierto íntimo en los jardines del orfanato, donde los afortunados asistentes, entre los que se encontraban los trabajadores del lugar y algunos afortunados fans, pudieron disfrutar de un espectáculo único y cercano.
«Es emocionante ver cómo la música puede unir a personas de todas las edades y trasfondos», comentó Paul Stanley durante el evento. «La energía y el cariño que recibimos aquí en México son inigualables, y estamos agradecidos por poder compartir este momento especial con estos niños maravillosos», añadió Gene Simmons.
El concierto fue una mezcla de clásicos inolvidables de la banda, como «Rock and Roll All Nite» y «Detroit Rock City», junto con algunas canciones de su último álbum en ese momento, «Music from ‘The Elder'». El poderoso espectáculo contó con explosiones, fuegos artificiales y el característico show de luces y pirotecnia que ha hecho famosa a la banda a lo largo de su exitosa carrera.
La visita de Kiss a Atizapán de Zaragoza quedará grabada en la memoria de todos los presentes como un momento trascendental y lleno de emociones. No solo dejaron un legado musical en México, sino que también dejaron un profundo impacto en la vida de los niños del Orfanatorio La Asunción, llevándoles un poco de alegría y esperanza.
Con su histórica visita, Kiss ha demostrado una vez más que su música trasciende fronteras y que su corazón está dispuesto a extender la mano a quienes más lo necesitan. Una visita que sin duda pasará a la historia como un capítulo inolvidable en la larga y legendaria carrera de la banda.
