Los Philadelphia Eagles no solo vencieron a los Kansas City Chiefs en el Super Bowl LIX, sino que los desmantelaron por completo en una contundente revancha. La esperada reedición del duelo del Super Bowl LVII terminó con una exhibición de dominio total por parte de los Eagles, dejando sin opciones al equipo liderado por Patrick Mahomes.
El partido trajo recuerdos del Super Bowl LV, cuando los Tampa Bay Buccaneers aplastaron a Kansas City con una presión constante sobre Mahomes, resultando en una victoria de 31-9. Esta vez, los Eagles no permitieron ningún margen de reacción y dejaron claro que la historia no se repetiría en su contra.
Jalen Hurts, el arquitecto de la victoria: Más allá del marcador y la actuación de la defensiva de Philadelphia, la historia de la noche fue Jalen Hurts. El quarterback de los Eagles, conocido por su temple y determinación, lideró a su equipo con una actuación precisa y efectiva. Su camino hasta este momento ha sido una historia de resiliencia desde sus días universitarios, cuando en la final del College Football Playoff de 2018 fue relegado a la banca en favor de Tua Tagovailoa. En lugar de lamentarse, Hurts siguió trabajando y terminó convirtiéndose en una de las figuras más destacadas de la NFL.
En el Super Bowl LIX, Hurts completó 17 de 22 pases para 210 yardas y dos touchdowns, además de correr para 72 yardas y otra anotación en la ya icónica jugada «tush push» de los Eagles. Aunque sus números no rompen récords, su liderazgo y precisión fueron fundamentales para la victoria. Mientras Mahomes sufría bajo la intensa presión defensiva, Hurts mantuvo la calma y ejecutó con maestría.
Un juego sin misericordia: Los Chiefs llegaron al partido como favoritos en las apuestas, pero desde el inicio se vieron superados en todos los aspectos. Mahomes, considerado el mejor quarterback de su generación, lanzó dos intercepciones (una de ellas devuelta para touchdown), sufrió seis capturas y perdió un balón suelto. En contraste, Hurts aprovechó las oportunidades y se apoyó en su receptor estrella DeVonta Smith, quien atrapó un pase de 46 yardas para touchdown en el tercer cuarto, sellando la suerte de Kansas City.
Reconocimiento y gloria: Al finalizar el encuentro, Hurts fue nombrado Jugador Más Valioso del Super Bowl LIX. Sin embargo, fiel a su estilo, no buscó el protagonismo y dedicó la victoria a sus compañeros. “Dios es bueno. No lo hubiese logrado sin mis compañeros”, declaró el mariscal de campo, enfatizando el trabajo en equipo por encima del brillo individual.
Esta victoria no solo le da un anillo a Hurts y a los Eagles, sino que también marca un cierre de círculo para el quarterback, quien finalmente silencia a sus críticos y demuestra que es una de las grandes figuras de la liga.
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